Bodegas y Vinos

Con cuatro subzonas perfectamente delimitadas (Alto Turia, Clariano, Valentino y Moscatel), la DOP Valencia basa su producción de vino en la diversidad geográfica que proporcionan las citadas zonas y la amplia variedad de productos vínicos que se elaboran bajo el sello de calidad del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Valencia.

En la actualidad, el Consejo Regulador controla alrededor de 18.000 hectáreas de viñedo con una producción media anual de 650.000 hectólitros de vino y aproximadamente un centenar de bodegas elaboradoras, de las que la mitad son embotelladoras. Aunque todavía sigue habiendo un significativo volumen de vino comercializado a granel, la cifra de ventas de vino embotellado no ha dejado de incrementarse durante las últimas campañas, situándose en alrededor de 45 millones de botellas, de los que aproximadamente dos tercios tienen como destino los más diversos mercados internacionales. Pese a que el consumo interior continúa siendo el principal caballo de batalla del sector, las últimas campañas de promoción emprendidas por el CRDOP Valencia han permitido que el volumen de botellas consumidas en el país se sitúe por encima de los quince millones de botellas.

En estos momentos, la Denominación de Origen Protegida Valencia contempla en su reglamento múltiples variedades de uva autorizadas, entre ellas la Tempranillo, Monastrell, Bobal, Garnacha, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Garnacha Tintorera, Cabernet Franc o Pinot Noir en tintas y Moscatel de Alejandría, Merseguera, Planta Nova, Macabeo, Chardonnay, Pedro Ximénez, Sauvignon Blanc o Malvasía en blancas.

Aunque el manto de la DOP Valencia se extiende por áreas claramente diferenciadas, en conjunto la región ofrece un clima caracterizado por su influencia mediterránea, con fuertes tormentas en verano y otoño. La variación térmica oscila entre los 38 grados de máxima en verano y los cuatro grados bajo cero de mínima en invierno, con una media anual de quince grados. La pluviometría es de unos 500 mm de media anual, y la insolación se cuantifica en unas 2.700 horas/año. Como es lógico por la diversidad de zonas, la altitud de los cultivos varía de los 750 metros sobre el nivel del mar como media en el Alto Turia a los 300 metros sobre el nivel del mar en algunos puntos de las subzonas de Valentino y Moscatel. En cuanto a los suelos, el viñedo se localiza fundamentalmente en suelos del mioceno y cuaternario, pardos, escasos de humus en sus capas superiores y con caliza, lo que favorece a la calidad de los vinos.

De la amplia tipología de vinos que se elaboran con el sello de calidad de la Denominación de Origen Protegida Valencia sigue sobresaliendo por encima del resto la producción de vinos blancos, los más consumidos por el público local. Los refrescantes blancos jóvenes elaborados con Moscatel son uno de los grandes reclamos para los consumidores, aunque el trabajo desarrollado por algunos enólogos de pequeñas bodegas ha permitido posicionar a muchas referencias tintas con crianza entre los más valorados por aficionados y críticos, sobre todo aquellas elaboradas con una base principal de uvas de Monastrell, la casta más extendida en esta región vitivinícola y la que mejor se adapta a las peculiaridades de clima y suelo.

Mención aparte merece el vino dulce de licor (en su mayoría mistelas) que continúa formando parte de las mesas valencianas. Durante el último año, el mercado interior absorbió alrededor de un millón y medio de botellas de este vino tan característico de Valencia.

En los últimos años, el Consejo Regulador ha aprobado nuevas definiciones para otros tipos de elaboraciones, como es el caso de los ‘Petit Valencia’, sello con el que amparan las elaboraciones vínicas de baja graduación alcohólica (entre 4,5 y 9 de grado alcohólico que están teniendo una excelente acogida en algunos mercados internacionales) y los espumosos elaborados bajo el método ‘Ancestral’, cuyas primeras referencias se han presentado hace apenas  unos meses.

Para luchar por mantener la tendencia alcista en el consumo de vino con DOP Valencia en el mercado interior, el Consejo Regulador ha puesto en marcha diversas campañas de promoción y formación enfocadas a profesionales y consumidores. En este sentido cabe destacar los cursos de iniciación a la cata impartidos en su sede y la organización de un Master de Sumiller especializado en Vinos Valencianos.