Bodegas y Vinos

Finca San Blas es una de esas bodegas valencianas que han trabajado al margen de modas y excentricidades, buscando en todo momento extraer de cada parcela toda la esencia del viñedo. Planteada al más puro estilo de los chateaux franceses, la firma se ha consolidado como una de las más interesantes del panorama vitivinícola, dando protagonismo al viñedo y creando vinos únicos y reconocibles que hablan de los parajes donde nacen sus uvas.

Si existiese un ‘gran libro del vino valenciano’, Finca San Blas ocuparía uno de los capítulos más destacados. Enclavada en un paraje de gran belleza en el término municipal de Requena, a una altitud media de setecientos metros sobre el nivel del mar, la finca ocupa una extensión de seiscientas hectáreas, en su mayoría de monte mediterráneo. Las parcelas de viñedo se encuentran diseminadas por toda la finca, ocupando parajes abrazados por pinos y plantas aromáticas, de manera que cada varietal encuentra su hábitat natural para expresarse en toda su plenitud.

La bodega cuenta con una trayectoria de más de dos décadas. Comenzaron su andadura con vinos de corte clásico que trataban de emular vinos de otras latitudes de España. De esa época todavía sobreviven etiquetas como el tinto ‘Labor del Almadeque Reserva de Familia’ un vino elaborado a partir de las uvas de Tempranillo y Cabernet Sauvignon que se elaboran en las parcelas Viña Norte y El Duende respectivamente. Tiene una crianza de 16 meses en barricas nuevas de roble francés allier de grano fino para el Cabernet Sauvignon y de roble americano de segundo año para el Tempranillo.

Bajo la dirección técnica del enólogo Nicolás Sánchez, en la finca se cultivan diversos varietales emplazados en aquellos puntos donde mejor comportamiento han mostrado. Todos los trabajos de campo se realizan de manera respetuosa con el entorno, respetando así las cualidades de cada variedad y extrayendo la máxima expresión de cada racimo que entra a bodega.

En la actualidad, alrededor del ya citado Labor del Almadeque la bodega produce una interesantísima colección de vinos que forman parte de algunos de los restaurantes más destacados tanto en el ámbito de la Comunitat Valenciana como fuera de nuestras fronteras. Además, el equipo gestor de Finca San Blas ha diversificado su red de distribución apoyándose en la exportación, sobre todo en países del continente asiático, donde los vinos de Finca San Blas están muy bien posicionados en restaurantes de un nivel medio-alto.

A partir de las mejores uvas cultivadas en la propiedad, Finca San Blas ha compuesto una muy interesante colección de vinos, entre ellos dos blancos de diferente concepción (el fresco y frutal ‘Conveniencia’ y el denso y profundo ‘Finca San Blas Blanco’); el rosado de Bobal y Garnacha ‘Tabalá’ y dos tintos, uno de Garnacha (‘Finca San Blas Garnacha’) y otro de Bobal (‘Finca San Blas Bobal’) que ponen el foco  en destacar los matices característicos de las uvas con los que se elaboran. Otras referencias también tienen su origen en los singulares parajes de la finca, como el tinto ‘Parcela Las Hormas’, ‘Lomalta’ o ‘La Senda del Caballo’, un vino este último que acaba de estrenar su primera añada y que se elabora con uva de Bobal procedente de una parcela muy concreta de la finca y criado en fudres de gran capacidad durante 18 meses.

Mención aparte merece el vino blanco dulce botritizado ‘Finca San Blas Dulce’ un selecto vino de limitadísima producción que está considerado como uno de los mejores de todo el mundo en su categoría. Entre los reconocimientos de este delicado vino destaca el premio ‘Platinum Best in Show’ obtenido en el 2016 en el concurso internacional que cada año organiza la prestigiosa revista británica Decanter. Se trata de una rareza que sólo se consigue cada 7 u 8 años.

La llegada del otoño en Finca San Blas, con noches frescas y rocíos abundantes, cubre cada mañana las parcelas cercanas al cauce del río de un manto de niebla que favorece el desarrollo del microorganismo que produce la podredumbre noble. Así se concentran los aromas y sabores en los granos de uva, con las nieblas de la mañana, el sol de la tarde y el desarrollo del hongo sobre el racimo. Esta podredumbre no llega a todos los granos a la vez, por lo que se tiene que hacer la vendimia en varias tandas.

La bodega Finca San Blas también ha apostado en los últimos años por el enoturismo como vía para mostrar su filosofía y la manera de trabajar tanto en el viñedo como en bodega. Las visitas se plantean como una experiencia que despierta emociones irrepetibles contemplando como los viñedos se mimetizan en un entorno natural y como los aromas del monte influyen posteriormente en cada uno de sus vinos.