El verano más negro en Llombai

Las llamas alcanzan en un mes dos de los tres parajes naturales, la Colaita y los Cerros, en un municipio donde germina el turismo de interior


Una vecina de la urbanización El Romeral de Llombai muestra la zona devastada por el avance del fuego desde Cortes de Pallás
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El fuego afecta a parajes naturales en un municipio donde empezaba a germinar el turismo de interior

962

Hectáreas de Superficie quemada

2.786 » Habitantes

277 » Desempleados

55,6 km2 » Superficie

200 » Desalojados

2 » Parajes en llamas

Carlos Alós

En el verano más negro que recuerdan en Llombai en las dos últimas décadas, el término municipal ha perdido más de un millar de hectáreas: 962 en el incendio originado el pasado 28 de junio en Cortes de Pallás, que ha convertido en ceniza extensas zonas de monte protegido, y otras 60 apenas un mes antes en los Cerros.

Levante-EMV ha seguido el rastro que ha dejado en la comarca el devastador incendio desde que las llamas entraron por el Xarxanet de Turís, superaron la urbanización Altury y els Molets hasta alcanzar el Balcó de Montroi y el paraje conocido como la Sartenilla de Real y llegaron a Llombai sin encontrar oposición de ningún medio de extinción aéreo.

Era viernes por la tarde cuando el fuego alcanzó la urbanización el Romeral de Llombai. María Isabel Pan, que reside en la zona más próxima a la montaña, llevaba horas viendo como primero el humo y después el fuego se asomaban por la montaña «a velocidad vertiginosa» animados por los barrancos que ejercían de improvisada chimenea y sin oposición alguna. «Cambiaba el viento continuamente y el fuego avanzaba de un lado a otro y ardía todo a la vez. Lo veía bajar y era una impotencia total porque a las cuatro de la tarde ya habíamos advertido a la Policía Local de que teníamos el fuego muy cerca», lamenta.

Unos 200 vecinos tuvieron que marcharse, pero María Isabel, que es miembro de Protección Civil de Llombai, cuenta que fue ella misma quien avisó a sus vecinos mientras la Unidad Militar de Emergencias (UME) comenzaba a desplegarse para frenar el fuego.

Tres parajes municipales

Todo el paraje municipal de la Colaita, unas 900 hectáreas, ardió en pocas horas pese a tratarse de una zona de alto valor paisajístico que había permitido su protección.

La indignación del Ayuntamiento de Llombai, gobernado por el PP, era patente esa misma tarde y no ha menguado después. Hace unos años que el municipio se había convertido en el único en toda la Comunitat Valenciana con tres parajes naturales municipales, que sumaban cerca de 2.200 hectáreas: la Colaita, el Tello, de 1.065 hectáreas, y els Cerros, de 255.

Además, en la zona de la Colaita resulta de especial relevancia la presencia de murciélagos en peligro de extinción y existe una colonia en la Cova de les Meravelles.

Por si faltaba algo, el de hace diez días era el segundo enclave natural donde entraban las llamas en poco más de un mes tras las 60 hectáreas arrasadas a finales de mayo en los Cerros, en la zona de Sant Antoni. Intacto queda, de momento, el Tello, dentro del monte Aledua, el tercer paraje público con el que cuenta el municipio. Además, las llamas se ceban con los parajes naturales de Llombai justo en el momento en el municipio empieza a convertirse en un apreciado punto de turismo de interior precisamente por su entorno natural.

«Los bomberos salvaron el chalé»

La indignación del ayuntamiento la comparte el vecindario. En el Romeral, la crítica a la falta de medios por parte de la Generalitat es absoluta. «Claro que faltaron medios, sino esto no se hubiera quemado», explica José Ruiz otro vecino de la urbanización, mientras Manuel Sánchez agradece la presencia de los bomberos y de la UME «porque ellos fueron los que salvaron los chalés», destaca. La misma opinión tiene María Isabel Pan, quien asegura que estará en deuda con los Bomberos «toda la vida» porque «aunque el fuego ha dañado partes de la finca han sido los militares los que han evitado que se quemara entera.La finca estaba rodeada y era como una gran bola de fuego, había como una gran nube y no se veía nada y en segundos ardió todo», relataba ayer la mujer.

«Ya no cantan los pájaros»

José Ruiz asegura que el incendio de 2012 ha sido muy similar al de 1994: «Hace 18 años comenzó igual en esta zona, el fuego bajó de la montaña cogió el barranco y dio la vuelta», explica.

Desde el incendio del último fin de semana de junio, que pasará a la historia como uno de los devastadores en la comarca, nada es igual en el Romeral: «Por las mañanas notas que los pájaros ya no cantan y es que se ha perdido toda la fauna que habitaba la montaña y la que no se ha quemado o asfixiado se ha marchado, no hay ni avispas y eso que hemos visto por aquí búhos y zorros porque esto era como un bosquecillo», explica María Isabel Pan.

Los propietarios aún se preguntaban ayer, diez días después de la tragedia, dónde estaban los aviones. «Debían estar en sítios más importantes, pero a nosotros nos ha quedado una sensación de impotencia porque muchos vivimos aquí todo el año y no vimos pasar ni un avión», relatan.

Testimonios

María Isabel Pan, vecina del Romeral

«Con todos los medios que hay en la actualidad, piensas que el fuego no llegará hasta la urbanización, pero cuando lo hace es una impotencia aluta para los vecinos»

Óscar escudero, vecino de Llombai

«Nunca habíamos visto nada igual por esta zona, tanta destrucción. Es un desastre. Sí vimos pasar aviones pero no suficientes. La maleza estaba alta y ha favorecido el fuego»

José Ruiz, vecino del Romeral

«Es una pena que haya vuelto a pasar lo mismo que hace 20 años, no aprendemos, creo que faltaron medios pero por lo menos salvaron las casas, que eso hubiera sido aún peor»

Manuel Sánchez, vecino del Romeral

«Cuando vinieron a desalojarnos y salimos de nuestras casas ya se veían las llamas en la montaña. Y yo me pregunto ¿dónde estaban los aviones? pero menos mal que estaban los Bomberos»