Bejís: Mirar al futuro con optimismo

Los vecinos de Bejís tuvieron muy presente en sus mentes el incendio ocurrido hace diecinueve años, cuando las llamas arrasaron el 80% del término municipal. Ahora, el pueblo del Alto Palancia intenta recuperarse de este nuevo golpe a sus parajes naturales


Medios aéreos trabajan en la extinción. Domenech/EFE
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Un municipio donde la caza y la recolección de trufas son muy importantes.

2%

de superficie quemada en el municipio

423 » Habitantes

10 » Parados

42,40 Km2 » Superficie

1 » Días evacuados

2 » Focos del incendio

ANA MONLEÓN

­La mente de los vecinos está puesta en el incendio que hace diecinueve años asoló gran parte del término municipal de Bejís al entrar el fuego por las aldeas de Arteas y que arrasó el 80 % de su término municipal. Los vecinos y autoridades de esta población palantina revivieron durante el pasado fin de semana ese infierno que será «difícil de olvidar».

Esta vez, sin embargo, «la suerte» y el viento jugó a su favor, y aunque hubo momentos «críticos» y por prevención se desalojó el municipio durante el sábado por la tarde, finalmente, las llamas tan solo han arrasado alrededor de 100 hectáreas de Bejís.

Altamente afectada ha quedado parte de la zona que linda con el municipio de Teresa. Por el monte del Collao, el fuego avanzó hasta llegar a la Masía de Los Pérez, Las Ventas de Bejís y otras pedanías aledañas en las que veranean y residen alrededor de 30 personas y que fueron también desalojadas para evitar males mayores. Las llamas, que alcanzaron la partida de la Herrera, concretamente en el Cerro del Moral, el Barranco Hondo y el monte del Collao arrasaron alrededor de cien hectáreas de monte de pino, carrasca, quejigos, matorral y pastos para el ganado. Además, alrededor de una hectárea de almendros, cereal y carrrascas truferas se habrán visto afectadas por este incendio que, en buena medida, respetó el término bejisero. A parte de los daños en la flora del municipio, algunas casetas de aperos han quedado también dañadas por el incendio.

La alcaldesa, Olga Pradas, hace balance: «Aunque la preocupación y el miedo estuvo presente, la verdad es que en Bejís la tragedia ha sido mucho menor de lo que de lo que podía haber sucedido». Aún así, el recuerdo de 1993 hizo que la preocupación, el desasosiego y la alerta absoluta cundieran entre los más de 400 vecinos que, por unas horas, se vieron obligados a abandonar sus casas.

Por la noche, la Guardia Civil ya dejaba entrar al municipio, sin embargo, como ellos mismos comentan, «ninguno pudimos dormir pensando en lo que podía pasar». La piscina municipal, donde ayer permanecía el puesto de mando para la coordinación del incendio, se convirtió en un improvisado refugio en el que pasar la noche.

También, las localidades vecinas de Barracas y Viver quisieron ayudar en todo lo posible y acogieron a varios bejiseros que, para más seguridad, prefirieron pasar la noche fuera del municipio. Asimismo, muchos viajaron a casas de familiares en Valencia y Castelló o en localidades vecinas por tener más tranquilidad.

Bejís ha sido uno de los municipios dañados por el incendio de Andilla que, en menor parte, han visto afectada su riqueza ecológica. De hecho, Pradas considera que todavía «seguimos contando con un alto valor natural que poder visitar en el pueblo, algo que por desgracia, en los pueblos limítrofes el fuego se ha arrasado». Al menos, apunta, «la certeza de saber que a nivel ecológico el municipio no ha sufrido muchos daños, es una esperanza cara a la recuperación y vuelta a la rutina a nivel turístico y económico».

Durante la jornada del pasado lunes, Bejís recuperó su total normalidad, y de no ser porque todavía uno de los tres puestos de mando de bomberos se encontraba ubicado en las inmediaciones de la piscina municipal, así como por el sonido de alguna avioneta que pasa para refrescar la zona quemada y evitar rebrotes del fuego. «La sensación es de que no ha ocurrido nada», explicó Pradas.

Ahora bien, sí que verán bastante afectadas sus labores los cazadores, quienes tendrán que esperar al menos durante 5 años para volver a pisar las zonas afectadas por las llamas y los recolectores de trufa, quienes por un tiempo tampoco podrán trabajar de forma normal y que también han sufrido pérdidas importantes.

Testimonios de bejiseros

José Cortina
«Desde el primer día hemos notado que el incendio ha afectado al pueblo. La verdad es que pasamos bastante preocupación»

Alejandro Clemente
«El primer helicóptero que vimos pasar fue el del president. Cuando vinieron ya era tarde y no se podía hacer nada»

Pablo Santamaría
«Me pareció que la falta de medios aéreos fue lo más importante, llegaron muy tarde y en el primer día tan solo vimos un helicóptero»

Francisco Javier Macián
«Creo que se actuó bien desde Bejís, hubo efectivos, por lo menos por lo que yo vi y además no creo que nos afecte en el futuro»