- Este especial recoge los reportajes, pueblo a pueblo, que Levante-EMV realizó sobre los municipios afectados por los incendios de Andilla y Cortes de Pallás que arrasaron 50.000 hectáreas en la Comunitat Valenciana del 28 de junio al 7 de julio.
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Todos los pueblos
- El origen de la desolación
- El verano más negro en Llombai
- Teresa pierde su única baza turÃstica
- Macastre: Aquà ha habido muchos milagros
- Dos Aguas: Arrasada la oferta turÃstica en una tarde
- Los otros damnificados de TurÃs
- Altura: No escapó ni el paraje de la Cueva Santa
- Carlet pierde la montaña 18 años después
- BejÃs: Mirar al futuro con optimismo
- Andilla: La zona cero de la SerranÃa
- Jérica: Un manto negro sobre el ecoturismo
- Alcublas: Tierra quemada, gente encendida
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El origen de la desolación
Tres incendios en 28 años han motivado que los habitantes de Cortes de Pallás y sus pedanÃas ya no crean en los milagros. Los pinos han desaparecido por completo de los montes de este municipio en el que surgió la chispa que originó uno de los dos incendios que han devastado gran parte del interior de la provincia.
El verano más negro en Llombai
De las 962 hectáreas de monte arrasadas en Llombai, la mayorÃa pertenecen al paraje municipal protegido de la Colaita, que junto con el Tello y los Cerros formaban las zonas de mayor valor ecológico de un municipio donde empieza a germinar el turismo de interior precisamente por sus zonas de valor natural. En menos de un mes, dos de los tres parajes naturales han ardido
Teresa pierde su única baza turÃstica
El municipio se queda sin decenas de partidas, fuentes, pinar y carrasca en el incendio más dramático de su historia
Macastre: Aquà ha habido muchos milagros
El fuego ha devastado «la mayor parte» del término municipal de Macastre, un pequeño municipio de La Hoya de Buñol. Con el incendio se pierde su entorno natural, la baza de un pueblo que luchaba por hacerse un hueco en una comarca entregada al turismo rural. Tras la extinción, quedan cuantiosos daños en agricultura y la incertidumbre sobre el futuro: «Ahora no tenemos nada que mostrar».
Dos Aguas: Arrasada la oferta turÃstica en una tarde
Los vecinos de Dos Aguas miran con tristeza el monte, totalmente asolado tras el incendio. En una tarde, su oferta turÃstica quedó arrasada igual que los pastos, aunque no tiene mucha ganaderÃa. La apicultura y la agricultura también están muy afectadas.
Los otros damnificados de TurÃs
La proliferación de campos abandonados o la desaparición del ganado ha disparado los daños. Animales que no tienen qué comer, olivos centenarios arrasados y daños en la agricultura son la otra cara del fuego.
Altura: No escapó ni el paraje de la Cueva Santa
El incendio ha causado grandes estragos en la zona dejando muy dañados los alrededores del Santurario de la Cueva Santa y diversas partidas de masÃas, fuentes y caminos senderistas con gran proyección turÃstica. Ha devastado el 40 por ciento del término alturano, dejando un futuro desolador para sus vecinos
Carlet pierde la montaña 18 años después
El municipio se queda sin sus mejores paisajes que empezaban a regenerarse tras el incendio de 1994
BejÃs: Mirar al futuro con optimismo
Los vecinos de BejÃs tuvieron muy presente en sus mentes el incendio ocurrido hace diecinueve años, cuando las llamas arrasaron el 80% del término municipal.
Andilla: La zona cero de la SerranÃa
La joya verde de la SerranÃa, la población de Andilla y sus tres aldeas, ha sufrido el mayor zarpazo del incendio de los Serranos que ha arrasado
Jérica: Un manto negro sobre el ecoturismo
Los vecinos de Jérica, donde un 40% de la superficie ha sido pasto del fuego intentaron, en un primer momento, hacer frente al incendio ellos mismos. Este duro golpe ha afectado a bosques de carrascas, pinos mediterráneos, encinas y robles
Alcublas: Tierra quemada, gente encendida
Alcublas empezó a recobrar la normalidad con la apertura de la vÃa que lo une a Villar del Arzobispo y la recuperación parcial de la cobertura de móvil. Su tradicional estampa verde ha dejado pasa a otra postal negra sobrecogedora.