El origen de la desolación

Tres incendios en 28 años han motivado que los habitantes de Cortes de Pallás y sus pedanías ya no crean en los milagros. Los pinos han desaparecido por completo de los montes de este municipio en el que surgió la chispa que originó uno de los dos incendios que han devastado gran parte del interior de la provincia.

El verano más negro en Llombai

De las 962 hectáreas de monte arrasadas en Llombai, la mayoría pertenecen al paraje municipal protegido de la Colaita, que junto con el Tello y los Cerros formaban las zonas de mayor valor ecológico de un municipio donde empieza a germinar el turismo de interior precisamente por sus zonas de valor natural. En menos de un mes, dos de los tres parajes naturales han ardido

Teresa pierde su única baza turística

El municipio se queda sin decenas de partidas, fuentes, pinar y carrasca en el incendio más dramático de su historia

Macastre: Aquí ha habido muchos milagros

El fuego ha devastado «la mayor parte» del término municipal de Macastre, un pequeño municipio de La Hoya de Buñol. Con el incendio se pierde su entorno natural, la baza de un pueblo que luchaba por hacerse un hueco en una comarca entregada al turismo rural. Tras la extinción, quedan cuantiosos daños en agricultura y la incertidumbre sobre el futuro: «Ahora no tenemos nada que mostrar».

Dos Aguas: Arrasada la oferta turística en una tarde

Los vecinos de Dos Aguas miran con tristeza el monte, totalmente asolado tras el incendio. En una tarde, su oferta turística quedó arrasada igual que los pastos, aunque no tiene mucha ganadería. La apicultura y la agricultura también están muy afectadas.

Los otros damnificados de Turís

La proliferación de campos abandonados o la desaparición del ganado ha disparado los daños. Animales que no tienen qué comer, olivos centenarios arrasados y daños en la agricultura son la otra cara del fuego.

Altura: No escapó ni el paraje de la Cueva Santa

El incendio ha causado grandes estragos en la zona dejando muy dañados los alrededores del Santurario de la Cueva Santa y diversas partidas de masías, fuentes y caminos senderistas con gran proyección turística. Ha devastado el 40 por ciento del término alturano, dejando un futuro desolador para sus vecinos

Carlet pierde la montaña 18 años después

El municipio se queda sin sus mejores paisajes que empezaban a regenerarse tras el incendio de 1994

Bejís: Mirar al futuro con optimismo

Los vecinos de Bejís tuvieron muy presente en sus mentes el incendio ocurrido hace diecinueve años, cuando las llamas arrasaron el 80% del término municipal.

Andilla: La zona cero de la Serranía

La joya verde de la Serranía, la población de Andilla y sus tres aldeas, ha sufrido el mayor zarpazo del incendio de los Serranos que ha arrasado

Jérica: Un manto negro sobre el ecoturismo

Los vecinos de Jérica, donde un 40% de la superficie ha sido pasto del fuego intentaron, en un primer momento, hacer frente al incendio ellos mismos. Este duro golpe ha afectado a bosques de carrascas, pinos mediterráneos, encinas y robles

Alcublas: Tierra quemada, gente encendida

Alcublas empezó a recobrar la normalidad con la apertura de la vía que lo une a Villar del Arzobispo y la recuperación parcial de la cobertura de móvil. Su tradicional estampa verde ha dejado pasa a otra postal negra sobrecogedora.